Como decía Thomas
Kuhn “este modelo ya está agotado, hay que sustituirlo”. La necesidad de cambio
cada vez es más palpable y, si nos enfrascamos en las teorías de Kuhn, nuestras
mentes procesan una metamorfosis social llena de paradigmas.
Conocido por su
aportación al cambio de posición filosófica y sociológica, el historiador y
filósofo estadounidense Thomas Kuhn ordenó en diversas fases un sistema
epistemológico lleno de estructuras. Desde las ciencias de la naturaleza, este
autor desarrolló varias concepciones del mundo que nos rodea. Sus ideas parten
de que ninguna disciplina científica se crea como ciencia normal, se pasa por
una etapa pre-científica, caracterizada por falta de un marco teórico general y
una doctrina consolidada que guíe las investigaciones.
La etapa pre-paradigma
no crea ningún modelo ideológico firme, puesto que se necesita de la ciencia
externa para ello, de alguna corriente filosófica dominante o de los
descubrimientos de otra ciencia.
Antes de entrar
en ningún paradigma, será preciso dejar claro que este término hace referencia
a una explicación sobre un campo científico.
Cuando Kuhn
construye el paradigma es cuando se puede hablar de ‘Ciencia Normal’ definida en el ensayo de Estructura de las
Revoluciones Científicas como “la investigación basada firmemente en una
o más realizaciones científicas pasadas, realizaciones que alguna comunidad
científica particular reconoce, durante cierto tiempo, como fundamento para su
práctica posterior". Esta
ciencia se forma con la intención de aumentar las aplicaciones de las teorías
que se desarrollan dentro de un paradigma, a enriquecer los detalles de los
resultados de los experimentos o a eliminar conflictos entre distintas teorías.
La Ciencia Normal ha cumplido sus objetivos, entendiendo éstos como el alcance
del conocimiento científico. Un ejemplo de dicha corriente sería la física de
Newton, la física cuántica o la teoría relativista de Eistnein.
A raíz de esto,
planteo una cuestión. ¿Por qué los teóricos de la ciencia se han estancado en
pleno siglo XXI? ¿Acaso no hay ninguna ley todavía por descubrir? ¿Cuántos más
medios menos pensamientos?
Similar al
concepto de Ciencia Normal se encuentra el concepto kuhniano de ‘Paradigma’ definido
como “la representación del trabajo que ha sido realizado de una vez por
todos". Más concretamente definido, "un paradigma es lo
que los miembros de una comunidad científica comparten y, recíprocamente, una
comunidad científica consiste en hombres que comparten un paradigma".
(La Estructura de las Revoluciones Científicas, Posdata: 1969, pág. 271). Los
científicos de la teoría paradigmática presentan una abertura hacia la
transición, con rasgos renovadores a pesar de la existencia de algunos que se
aferran a abandonar antiguos paradigmas.
Las revoluciones políticas, le hicieron a Kuhn desarrollar
una comparativa con las Revoluciones Científicas. Es en este período donde
surgen cuestiones del tipo ¿cómo cambian las ideas científicas? Y más
propiamente en el lenguaje de Kuhn, ¿cómo llega a admitirse un nuevo paradigma?
La respuesta viene dada porque el cambio introduce una compenetración de la
comunidad científica que hace que los científicos cambien su visión adaptándola
a los nuevos tiempos. Ejemplo de ello fue la teoría copernicana, cambiando el modo de ver la tierra, que
siempre se había mostrado inmóvil.
En suma, cambios políticos desarrollan cambios científicos.
Una comunidad se transforma al son de sus variaciones. Los modelos del sistema
se tienen que adaptar a cada época. La ciencia investiga dentro de un
paradigma, resolviendo las problemáticas y enigmas que se presenten. Todo tiene
que estar en constante progreso, corrigiendo y matizándose a los nuevos
tiempos.
"Cuanto más
exacto y comprensivo es un paradigma, tanto más sensible se vuelve como
indicador de anomalías, dando así ocasión a un cambio de paradigma"
(La Estructura de las Revoluciones Científicas, cap. VI, pág. 111).
Si nos preguntamos cómo es posible transformar un
paradigma por otro en un mundo tan complejo, Kuhn mantiene que “una vez que una teoría
científica ha alcanzado el status de paradigma, no será declarada inválida
mientras no haga acto de presencia otro candidato que pueda ocupar su
lugar". Un paradigma no cae para que otro aparezca. Pueden existir
diversas ideas alternativas de interpretación de la realidad. Ideas más
renovadas. "El rechazar un paradigma sin reemplazarlo por otro, es
rechazar la ciencia misma. La decisión de rechazar un paradigma siempre lleva
consigo la decisión de adoptar otro nuevo y el juicio que condice a tal
decisión implica la comparación de ambos paradigmas con la naturaleza y entre
sí”.
Sustituir un
paradigma por otro se hace necesario cuanto ni más si nos encontramos en una
situación de crisis, se hace necesidad de cambio. Sustitución que Kuhn denomina
“revolucionaria”; "los episodios extraordinarios en que tienen
lugar esos cambios de comportamientos profesionales son los que se denominan en
este ensayo revoluciones científicas”. Manteniendo que la transición de un
paradigma en crisis a otro nuevo, es más bien una reconstrucción del campo, a
partir de nuevos fundamentos, reconstrucción que cambia algunas de las
generalizaciones teóricas más elementales del campo, así como también muchos de
los métodos y aplicaciones del paradigma".
Es aquí donde topamos con el núcleo principal del
pensamiento de Thomas Kuhn: el progreso científico no se debe únicamente a
aplicar unas reglas metodológicas de investigación sobre los problemas de la
naturaleza, sino que existen incógnitas que se han afrontado desde otras
circunstancias. Por tanto, las teorías científicas decididamente nuevas no
nacen por verificación (como decían los positivistas e inductivistas), ni por
falsación (como dice Popper) sino por sustitución (sumamente penosa y compleja
en cada caso, con elementos psicológicos y sociológicos) del modelo explicativo
(matriz disciplinar, paradigma) antes vigente por otro nuevo. A este proceso de
las ciencias de la naturaleza, que no es simplemente irracional, pero tampoco
totalmente racional, se llama “cambio de paradigma".
Otro punto en la
filosofía de la ciencia es la “inconmensurabilidad”. Kuhn mantiene que
cuando un paradigma sustituye revolucionariamente a otro, no hay posibilidad
de mostrar cuál es mejor. "En
principio, las teorías anticuadas no dejan de ser científicas por el hecho de
que hayan sido descartadas" (La Estructura de las Revoluciones
Científicas, cap. I, pág. 22). La teoría antigua y la teoría nueva, el
paradigma antiguo y el paradigma emergente no pueden compararse de acuerdo con
un baremo. Un paradigma es siempre una concepción del mundo y por ello no hay
datos neutrales para comparar las consecuencias de ambos paradigmas.
Nadie puede desmontar un paradigma por otro que se considere
mejor. Todos son en mayor o menor medida viables y aplicables a cada tiempo.
Para entender los
diferentes paradigmas que conviven en el mundo económico que sostiene Kuhn es
necesario un entendimiento previo establecido en teorías y leyes creadas por
una comunidad científica.
La crisis es la
muestra de una incompatibilidad persistente entre el paradigma dominante y el
mundo de la realidad empírica. La ciencia actual no ofrece posibilidades para
explicar que se genera un cambio radical en la ciencia formal (lo que Kuhn
denomina ‘crisis’), es por ello, que siempre nos encontramos en una constante
búsqueda del modelo o paradigma que se adecue a la comunidad y sistema establecido.
Si nos acercarnos
a la teoría de la economía de Kuhn, no se ha podido consolidar sus paradigmas
puesto que en economía cuando se forma una ‘revolución científica’ como dice
Kuhn, se dan una serie de resultados: o bien se origina un reemplazo del nuevo
paradigma por el anterior o ambos coexisten conjuntamente. Además, se
encuentran muchas partes de paradigmas competidores dentro de cada una de las
corrientes de pensamiento, por lo que se produce una coexistencia de unos y
otros que se difuminan en su conjunto.
¿Cuántos años
harán falta para dar con un modelo económico que se adecúe a las necesidades
del sistema? ¿O quizá sea el sistema el que tiene que cambiar?
BIBLIOGRAFÍA