El comienzo de la crisis mundial, abrió las puertas para que
España entrara en una gran recesión coincidiendo con la época de fin de la
burbuja inmobiliaria, crisis bancarias y aumento de la cifras de desempleados.
Este escenario tuvo influencias de las disminuciones de crédito a familias y
pequeños empresarios por parte de las entidades bancarias o la corrupción
política. Aunque, la mayor influencia de esta crisis financiera fue el estallido
del ajuste de la industria de la construcción tras el estallido de la burbuja
inmobiliaria que conllevó después a la imposibilidad de las familias para pagar
los costes hipotecarios.
A comienzos de la recesión financiera, en el año 2008, se
iniciaron las primeras medidas en forma de avales para la banca. Esta crisis,
traducida como una reducción de la actividad financiera y económica, conllevó a
que el 18 de octubre de 2008, el Consejo de Ministros anunciara la creación de
un fondo de 30.000 millones de euros para apoyar la financiación de empresas y
ciudadanos.
Un año después, el Banco de España realizó la primera
intervención a una caja de ahorros. La primera reforma financiera ya era un
hecho. Fue a partir de ese momento cuando diversas, cajas de ahorro comenzaron
a entablar negociaciones y a firmar acuerdos para futuras fusiones o
integraciones. Se originó así el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria
(FROB) para regular las ayudas al sector financiero en los procesos de fusión y
reestructuración.
Fuente: losgelve.com |
En el año 2010, las uniones de cajas solicitan préstamos al
Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria para poder reforzar sus recursos
propios ya que las entidades financieras europeas no logran superar las
dificultades.
La segunda reforma financiera, no tarda en realizarse. En el
año 2011, el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, fija nuevas exigencias de
capital, comprendidas en un 8% sobre los activos que cotizan en bolsa y un 10%
para las cajas de ahorros. Con esta
segunda enmienda, se pretendía reforzar más los niveles de solvencia. La ministra
de Economía durante esa época, Elena Salgado apoyó a las entidades financieras
en momentos de dificultades en forma de ayudas públicas.
En el ejercicio de 2011 se llevó a cabo la tercera reforma,
ejecutada ya por el nuevo presidente, Mariano Rajoy en la que se incluía un
plan de ayuda para aumentar las provisiones bancarias, además de la limitación
de sueldos de los directivos. En el año siguiente, Rajoy decidió aprobar una
cuarta restauración financiera que imponía a la banca un aumento de la
provisión de los créditos sanos. Ello se presentaba ante un panorama en el que
el país atravesaba una situación límite de la prima de riesgo y una destacaba
bajada de la bolsa, además de la nacionalización de la matriz de Bankia.
Fuente: carlosgaleon.blogspot.com |
Siguiendo el mandato del Partido Popular, su Presidente
decidió una quinta reforma en el 2012 que, entre otras medidas, incluía la creación
de los denominados ‘bancos malos’, además de una elevada protección a los
inversores y una vía por la que se puedan liquidar entidades inviables. En abril
de 2012, el Banco de España informaba de que la dimensión total de activos se dificultosos
en manos de bancos españoles, se incrementaba a 184.000 millones de euros en
diciembre de 2011. Ello se traducía en un 60% de construcción y promoción de
las entidades. Es por ello, que estos activos tóxicos se consideran un
obstáculo para que el crédito no fluya.
BIBLIOGRAFÍA
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