jueves, 4 de abril de 2013

Bienestar natural

La Organización Mundial de la Salud definió en 1950, a la salud de esta manera:
"Salud es el estado de completo bienestar físico, psíquico y social que permite la adaptación óptima del hombre a su ambiente y no sólo la ausencia de enfermedades". 

Es de destacar cómo la definición se contrapone a la generalizada idea de que la salud es ausencia de enfermedad; además, introduce el concepto de ambiente y de relaciones dinámicas con él. Podríamos preguntarnos si existe un estado de salud igual para todo el mundo; por eso, la Oficina Panamericana de la Salud (que es una oficina regional de la OMS), elaboró una definición más amplia:

"Salud es el estado de adptación diferencial de los individuos al ambiente en que se encuentran".
Ambas definiciones son trascendentes y pueden servir de punto de partida para educar y planificar el cuidado de la salud de las poblaciones.

www.spabegur.cat

Dice el refranero popular "entre el dicho y el hecho, hay mucho trecho" y, por cierto, debemos reconocer que en la práctica las sociedades actuales no han logrado reflejar el concepto de salud en la solución de los problemas médicos: ni los hombres alcanzaron el equilibrio que requiere la salud, ni disfrutan del tan ansiado bienestar. La medicina alopática considera más importante la enfermedad que la salud, por eso se afana en nombrarla, clasificarla e intentar remediarla. La medicina homeopática, en cambio, privilegia al enfermo y fice que "no hay enfermedades, sino enfermos".

Por su parte, la medicina oriental considera a la humanidad como parte importante de la naturaleza y que la salud solo se logra recuperando nuestras relaciones equilibradas con ella. En Occidente, la naturopatía es el arte de sanar mediante la fuerza curativa de la naturaleza. Se basa en el reconocimiento de que el cuerpo cuenta con las facultades que le permiten curarse a sí mismo.



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