A la luz de las velas

La cálida llama de las velas crea una deliciosa iluminación en las noches de verano en la terraza, jardín o huerto. A la hora en que la temperatura empieza a dar tregua, encender los farolillos y candelas invita a disfrutar del aire dulce de la noche. ¡Privilegio de los meses más cálidos del año!

En verano, tu salón al aire libre se convierte en el espacio ideal para cenar, , tomar una copa (¡aromatizada con la hierbabuena que cultivas!) o simplemente hacer un espacio diferente bajo las estrellas. Ha llegado el momento de vivir a tope el jardín, el huerto, tu rincón especial... Un juego de tumbonas y hamacas será el mobiliario perfecto para ponerse en situación.

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¡Que no fallen los detalles! Al caer la noche, quinqués, farolillos y antorchas te ayudarán a crear el ambiente perfecto: iluminan, son decorativos e incluso pueden endulzar el aire con distintas fragancias. Los farolillos se pueden colocar en una mesa, un poyete o en el mismo suelo, o colgarse a distintas alturas desde la estructura de un emparrado, una pérgola o las ramas de los árboles. Algunos iluminan con pequeñas velas de té y otros con aceites y mecha; lo importante es que no produzcan humo.

Las pequeñas llamitas de las candelas también iluminan bellamente senderos y escaleras, o la orilla del estanque. Y crean atractivos puntos focales flotando en cualquier superficie del agua en calma, incluso simples recipientes, como una pecera baja: con velitas y flores flotantes puede convertirse en un detalle encantador sobre una mesa o en un rincón.

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Lo importante es que el soporte donde arde la llama evite que el viento la apague o la propague; para ello, la variedad de formatos y materiales es enorme: distintos metales, forja; con diseños de lo más diversos, desde los más sencillos a los más sofisticados, incluso los de aire marroquí con troquelados que recuerdan el encaje. Los de cristal y cerámica aportan una gran variedad de colores. Y no hay que olvidar las bolsas decorativas de papel ignífugo con dibujos troquelados, que alojan en su interior una vela de té. La inspiración y el gusto personal lo son todo a la hora de escoger y combinar.

Pero para un ambiente espectacular, las antorchas de jardín, un recurso de gran efecto para una fiesta, por ejemplo. Se pueden colocar iluminando el camino a lo largo de senderos, o en torno al centro de la reunión. No necesitan instalación y se clavan directamente en la tierra. Las hay de diseños muy minimalistas, metálicas, o de bambú.


[Revista verdeesvida]